Construyendo vida comunitaria
Un número cada vez mayor de personas ha encontrado en las enseñanzas bahá’ís una visión renovada de la humanidad y su futuro, inspirando el desarrollo de una creciente vida en comunidad, en la que las personas aprenden a materializar los nobles principios bahá’ís en acciones prácticas que contribuyen al mejoramiento y bienestar de la sociedad desde sus propias bases.
De esta manera, y a partir de pequeños núcleos comunitarios que se forman en torno a un barrio o a una pequeña localidad, son miles los niños y niñas, jóvenes y adultos que hoy contribuyen a la construcción de un modelo de vida comunitaria, cuyas principales características se encuentran en el valor de las relaciones humanas y la diversidad de quienes la conforman. La amistad, el apoyo mutuo, la colaboración y el genuino deseo de contribuir al bienestar colectivo, brindan esperanza en medio de una sociedad que de forma contraria incentiva el individualismo y alienta a pensar en el propio bienestar.
Con el propósito de propiciar un ambiente en el cual el crecimiento espiritual se cultiva a partir del servicio a los demás, en diversas localidades de Chile donde han surgido comunidades bahá’ís, se desarrollan actividades cuyos protagonistas son los mismos vecinos de un barrio, quienes con un fuerte sentimiento de pertenencia, emprenden una base de variadas actividades tendientes a aportar al bienestar material y espiritual de su entorno.
Estas actividades están enfocadas en cultivar la vida y salud espiritual de una comunidad, en la educación de los niños, niñas y prejóvenes, y en el empoderamiento de jóvenes y adultos. A su vez, contribuyen a la formación de un patrón de vida comunitaria caracterizado por un espíritu de hermandad, alegría, apoyo mutuo y colaboración, en cuyo centro se encuentra el concepto de una vida de servicio a la humanidad y la transformación de la sociedad desde sus propias bases.
Actividades comunitarias
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